EL CLAUSTRO DE LA IGLESIA PARROQUIAL

EL CLAUSTRO DE LA IGLESIA PARROQUIAL

EL CLAUSTRO DE LA IGLESIA PARROQUIAL
Por J. Ángel Munera Martínez – Mayo de 2000

            Uno de los espacios arquitectónicos que más interesan a los estudiosos del Arte son los claustros. Los claustros son galerías de arcos que cercan el patio principal de una iglesia o monasterio, la planta suele ser cuadrada y en el centro se solía ubicar un pozo con un pequeño jardín. En estas galerías transcurrían buena parte de las horas de descanso de los religiosos. A todas las grandes catedrales, conventos y monasterios que se precien, a ninguno les falta su claustro.

            Lo raro y curioso es que la Iglesia de Lezuza tuviese un claustro, lamentablemente hoy totalmente desaparecido. Según los datos que disponemos, a la vez que se construye el templo (1524 – 1540) se inician las obras del claustro, que estaba situado al sur de la nave principal, donde hoy está la Capilla de la Virgen de la Cruz. Las arquerías eran de estilo gótico, pues así lo corroboran los restos de arcos apuntados que se conservan  en el patio de la Casa de la Tercia y que permanecen adosados a los muros de la iglesia.

            Prueba de la existencia del claustro son algunos documentos escritos que hacen referencia a él. En el año 1612, el cura de Lezuza, el Doctor Don Juan de Buendía escribe «… y en memoria desto avía una medalla o estatua de mármol que oy día está en el claustro, aunque le han quitado muchos pedazos con una piedra y en ella un letrero, con unas letras desta manera: IMP. CESARI  DIVI  ANTONINI  … M. AURELIO … COLONI LIBISOSANORUM» (1).

            Es en 1647 cuando el Bachiller Alonso de Requena y Aragón (2), lezuceño, presbítero, bachiller en Leyes por la Universidad de Alcalá de Henares, escribe un libro titulado «Venida del Apóstol San Pablo a España …», de éste transcribo textualmente del capítulo IV lo siguiente: «… que fuese esta población colonia romana se prueba de una piedra que fue hallada, juntamente con una estatua de mármol, donde antiguamente estuvo la ciudad, que hoy viene de basa en el claustro, en la iglesia parroquial desta villa; y la estatua está assí mismo en ella, que según parece, fue levantada y erigida en honra del Emperador Marco Aurelio, …»

            Los párrafos anteriores tienen una gran importancia para la historia local, ya que además de confirmar la existencia del claustro en el siglo XVII, nos aseveran que en esas fechas en el patio del claustro había una basa o pedestal con inscripciones en latín (coloni libisosanorum) y sobre ella una estatua de mármol del Emperador Romano Marco Aurelio. Hoy día sabemos que el pedestal está empotrado en la esquina de la Casa de la Tercia, pero la pregunta a la que no podemos dar respuesta es … ¿dónde fue a parar la estatua de Marco Aurelio?

            El claustro debió estar en pie hasta mediados del siglo XVIII, pues es en 1757 cuando Don Francisco González Durán (3), cura de Lezuza y Comisario de la Inquisición, manda hacer una capilla al mediodía del templo. Es en este período cuando se hunde el claustro para hacer la actual capilla de la Virgen. Poco tiempo después la Iglesia empieza las obras de la Casa de la Tercia, corría el año 1777.

  1. Texto que corresponde al Libro Primero de Fábrica del Archivo Parroquial. Siglo XVI.
  2. Alonso de Requena y Aragón publica en Madrid, en la Imprenta de María Quiñones, en 1647, un libro titulado «Venida del Apóstol San Pablo a España y predicación en ella. Y como estuvo en Libisosa (oi Lezuza) su fundación y antigüedad y martirio de San Vicente y Leto, hermanos, patronos de ella y naturales de Toledo.»
  3. Encima de las puertas de entrada a la Capilla de la Virgen de la Cruz podemos leer en una inscripción: «Licenciado Don Francisco González Durán, Comisario del Santo Oficio y cura de esta Iglesia. Año de 1757.»

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