LA CASA DE LA TERCIA, J. ÁNGEL MUNERA MARTÍNEZ

LA CASA DE LA TERCIA, J. ÁNGEL MUNERA MARTÍNEZ

LA CASA DE LA TERCIA
Por J. Ángel Munera Martínez – Mayo de 1994

¿Sabes dónde está la Casa de la Tercia? Sí, ésa es, la que está al lado de la Iglesia, la de la «Piedra de San Pablo» ( … que no es de San Pablo sino del Emperador Marco Aurelio … ) Hoy es propiedad de Dª Asunción Fernández Cuenca. Vamos a hablar de ella, ¿Te interesa?

«La Casa de la Tercia fue construida en el año I771 y costó levantar el edificio con bodega para granos y tinajas la suma de 37.835 reales. En 1777 fueron adquiridas otras cinco tinajas ~vasos de caber 400 arro­bas- con destino a la Tercia» (1)

El edificio era propiedad de la Iglesia y era destinado a recoger los impuestos que entonces cobraba esta institución: los diez­mos y primicias. Los diezmos era la décima parte de los frutos que debían pagar los ve­cinos. (décima parte de la cosecha de trigo, centeno, etc., «una especie de rento»: y las primicias eran los primeros frutos obtenidos, y éstos debían entregarlos en la Casa Tercia (Los primeros corderos, las primeras lechu­gas, el primer azafrán, … )

La Iglesia cobraba los diezmos y primi­cias, y las dos novenas partes de lo recau­dado debía entregarlo al Rey, a estos impues­tos transferidos al Rey se les llamaba las Tercias Reales.

Los diezmos y primicias correspondien­tes a la Iglesia de Lezuza se distribuían en­tre el Arzobispado de Toledo, los canónigos de la parroquia, el Colegio Mayor de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá por un préstamo que tenía hecho a la villa, y final­mente entre el Real Monasterio de El Escorial por un beneficio que gozaba en la parro­quia de Lezuza. (2)

En 1837 siendo ministro de Isabel II, Juan Mendizábal, y coincidiendo con la des­amortización eclesiástica se le retiró a la Igle­sia el derecho a cobrar los diezmos y primicias. A partir de entonces estos impuestos pasan a ser cobrados exclusivamente por el Estado, quien se encargaría de su recau­dación como un tributo más, y de lo recau­dado la mitad se destinaría al culto y al cle­ro, y la otra mitad se ingresaría en las arcas del Estado. En 1841 se abolieron definitivamente los diezmos.

Gracias a la colaboración e interés de­mostrado por Enrique Martínez Paños, cosa que le agradezco, he podido estudiar una escritura original de 1855 en la que su tata­rabuelo D. Gabriel Fernández, Sacristán Mayor de Lezuza y natural de Alcaraz, com­pra al Arzobispado de Toledo la Casa de la Tercia de Lezuza.

La escritura, bien conservada a pesar de los años, fechada en Toledo a 26 de Febre­ro de 1855, está hecha ante D. Manuel Sánchez Gijón, escribano público por Su Majestad de la ciudad de Toledo, otorgada por el Doctor D. José Maza, administrador diocesano del Arzobispado, en favor de D. Gabriel Fernández. La escritura lleva inser­tas las diligencias practicadas al efecto, dili­gencias largas y dificultosas según expresa D. Gabriel el sacristán, pues inició el expe­diente de compra dos años antes de la fir­ma de la escritura.

Las razones que expone el comprador ante Su Eminencia el Arzobispo de Toledo para adquirir la Casa Tercia son que ésta está en estado ruinoso con peligro de hundirse la cubierta y que desea tener una casa próxi­ma al Templo para estar mejor a su ciudado. La Casa Tercia le es vendida a censo reservativo en la cantidad de 6.666 reales pagando anualmente 200 reales hasta liqui­dar la deuda, y obligando al comprador a repararla inmediatamente.

Hemos comentado anteriormente que en 1837 se realiza la desamortización eclesiástica por la que se nacionalizan los bienes del clero y salen a subasta la gran mayoría, y también que a partir de esta fecha es cuan­do la Iglesia deja de cobrar los diezmos y primicias. Esto nos explica que se abando­nara la Tercia y se deteriora gravemente.

Pero te preguntarás, ¿Fue subastado este edificio como consecuencia de la desamor­tización eclesiástica? Estudiando la escritu­ra podemos afirmar que la Tercia fue nacio­nalizada pero no llegó a ser subastada, su­ponemos que por razones de tiempo, ya que en 1845 cuando los moderados acceden al Gobiemo de la Nación interrumpen el pro­ceso desamortizador devolviendo los bienes no subastados a sus antiguos dueños; esta idea es corroborada en la escritura cuando leemos: » … pasó a informe del presente Sr. Administrador Diocesano quien mani­festó que la citada casa había sido devuelta al clero en virtud de la ley de tres de abril de mil ochocientos cuarenta y cinco, señalada en la relación de débitos con el número ciento vein­tisiete … » .

Por la importancia del documento voy a transcribir un fragmento de la es­critura, es una carta que envía D. Gabriel Fernández al Arzobispo de Toledo, donde dice lo siguiente:

«Eminentísimo y Excelentísimo Arzo­bispo de Toledo: Gabriel Fernández, Sacristán Mayor de Lezuza ante Vues­tra Eminentísima con el debido respeto expone: Que en el año pasado de mil ocho­cientos cincuenta y tres solicitó del Sr. Gobernador del Arzobispado se le die­se la Casa Tercia de esta villa a censo reservativo mediante a hallarse tan de­terioradas las cubiertas que pronosticaba una destrucción completa, y al pro­pio tiempo tener una casa próxima a la Igle­sia para estar más al cuidado del templo.
Se instruyó el correspondiente expediente que duró hasta el catorce de octubre del mis­mo año en que la Administración Diocesana dio su informe y se me avisó que activase el negocio en el Gobierno del Arzobispado don­de pasaba el expediente. He solicitado su pronto despacho, más en la época en que se hallaba dicho Señor enfermó, y ningún resultado produjo, y convencido de que vues­tra Eminencia se hará cargo de las causas que motivan la pretensión y resolverá pron­tamente evitando la ruina de este edificio y que el exponente se halla sin este albergue contiguo al templo.
Vuestra Eminencia rendidamente supli­ca se sirva mandar pedir el expediente que se menciona y se halla en la Sacristía del Gobierno de Toledo, y en su vista resolver se le haga por quien corresponda la correspon­diente escritura para la formalidad en los tér­minos que VªEmcia, tenga bien, gracia que no duda conseguir de su benévolo corazón rogando en el entretanto por la salud y prosperidad de VªEmcia. cuya vida guarde Dios muchos años.
Lezuza o veinticinco de octubre de mil ochocientos cincuenta y cuatro.

Gabriel Fernández».

Gabriel Fernández, sacristán mayor de Lezuza debió comprar más bienes a la Igle­sia, y suponemos que sería en las subas­tas de la desamortización eclesiástica, pues sus herederos tuvieron en propiedad patri­monio eclesiástico: Además de la Casa Ter­cia, el edificio del Santo Cristo, el antiguo cementerio anejo a la Iglesia (Hoy horno de Herminio y antigua carpintería de Villoldo), Casa del Sacristán (hoy propiedad de Fran­cisca Munera), y fincas rústicas como Cerro del Cura.

Gabriel Fernández Romero estuvo casado con Gabriela Gómez García, y tuvieron cuatro hijos, Mariano, Enrique, Encarna­ción y Melquiades; éste último fue cura en El Ballestero, y los más viejos de referencias habrán oído hablar de él. Descendien­tes directos de éstos y que vi­ven actualmente son entre otros, Asunción Fernández Cuenca, Pepe y Eugenio «los de la Picá de Barrax», Angelita, Enrique y Gabriel Martínez Paños, Manuel Andújar Barbarena, etc.

Es de destacar que dos bis­nietos de D. Gabriel el Sacristán, los hermanos Horacio y José María Fernández González se casaron con dos nietas de Mendizábal, el ministro pro­gresista que hizo la desamortización ecle­siástica. La hija de Mendizábal estuvo casa­da con el General Cuenca.

Seguir profundizando en este tema resul­ta apasionante. Algunos datos hemos encon­trado sobre la desamortización civil en el municipio; por ejemplo, sabemos que bie­nes que tenía el Ayuntamiento salieron a subasta y fueron comprados entre otras personas por D. José Alfaro Sandoval, Asensio Martínez y José Juan Flores.

Los mayores aún se acuerdan de D. Fe­derico-Agustín Sandoval Mulleras, con toda seguridad descendiente de José Alfaro Sandoval, que estuvo casado con Dª Asun­ción García Fernández «La Sandovala», y que fue Alcalde de Lezuza y propietario de la fin­ca «Pardales». ¿Pudo ser esta finca rústica un bien municipal desamortizado en 1855 ?.  Lo estamos investigando.

  1. Blanca López Torres. Historia de la Villa de Lezuza.
  2. Blanca López Torres. Obra ya citada (Estudiando el catastro del Marqués de la Ensenada. 1751)

Síguenos y dale a Me Gusta:
Tweet 20
fb-share-icon20
No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.